Las etiquetas ecológicas en SA no hagan el trabajo
Los sudafricanos quieren comprar de manera más sostenible, según la investigación publicada en el Desarrollo sostenible de la revista. Pero la mayoría no puede decir qué productos son amigables con el medio ambiente.
Algunos fabricantes de alimentos han introducido etiquetas ECO, un símbolo de certificación ubicado en el embalaje de productos. Esto indica que el producto cumple con los estándares ambientales específicos establecidos por una organización de terceros.
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Estas etiquetas están destinadas a indicar a los consumidores que se ha producido un producto de una manera que limita el daño al medio ambiente. Pero nuestro estudio reciente Con 108 consumidores sudafricanos mostraron un bajo reconocimiento de etiquetas ecológicas, confusión generalizada y una necesidad de orientación más clara.
Los resultados muestran que la mayoría de los compradores sudafricanos no están familiarizados con estas etiquetas o no pueden diferenciar entre las reales y las ficticias.
En las etiquetas ecológicas de la Unión Europea como la Etiqueta de energía de la UE se entienden fácilmente y son muy visibles. También suelen ser apoyados por campañas de concientización del gobierno. Otros ejemplos de sistemas de etiquetado que funcionan bien incluyen los de Alemania y Japón.
Estos países muestran que el apoyo institucional a largo plazo, el etiquetado obligatorio en sectores clave y la mensajería pública consistente pueden mejorar en gran medida el reconocimiento de etiquetas ecológicas.
Concluimos de nuestra investigación que Sudáfrica carece de que la visibilidad nacional y la educación pública, dejando incluso a los consumidores motivados inseguros de qué etiquetas confiar. Según nuestros hallazgos, recomendamos que las empresas de pasos, el gobierno y las organizaciones sin fines de lucro puedan tomar para garantizar que las etiquetas ecológicas sean claras, visibles y entendidas.
ECO ECOLACIÓN EN SU MEJOR
La etiqueta de energía de la UE se usa en electrodomésticos como refrigeradores, lavadoras y bombillas para indicar su eficiencia energética en una escala de A (más eficiente) a G (menos eficiente).
En países como Alemania y Japón, las etiquetas ECO están respaldadas por el gobierno y se integran en los planes de estudio escolar, anuncios de servicios públicos y plataformas de compras.
Alemania Etiqueta Blue Angelque establece «protege el medio ambiente», ha estado en uso desde la década de 1970. Aparece en más de 12,000 productos y servicios, incluidos productos de papel, productos de limpieza, pinturas y electrónica, que cumplen con estrictos criterios ambientales. Está apoyado por campañas de educación pública en curso.
En Japón el la marca ecológica aparece en productos con un impacto ambiental mínimo. Aparece en artículos como papelería, detergentes, embalajes y electrodomésticos. Muchos minoristas muestran explicaciones junto a estos productos para ayudar a los consumidores a comprender la etiqueta.
Los sudafricanos luchan por identificar etiquetas ecológicas
Realizamos una encuesta estructurada en línea de 108 consumidores sudafricanos. Se les preguntó a los participantes sobre su conciencia ambiental y su capacidad para reconocer las etiquetas ecológicas reales y ficticias en diez imágenes. Según el Directorio international de etiquetas ecológicas y esquemas de certificación ambiental, hay alrededor de 50 etiquetas ecológicas en Sudáfrica.
La etiqueta de energía de la UE fue la más reconocida (87%).
La etiqueta orgánica certificada Afrisco, que es una etiqueta sudafricana legítima, fue la menos reconocida, identificada por solo el 22% de los encuestados.
Las etiquetas ficticias fueron identificadas erróneamente como reales por muchos participantes, revelando una confusión generalizada.
Solo 3 de cada 10 etiquetas fueron reconocidas por al menos la mitad de los participantes, lo que sugiere una falta common de conciencia de etiquetas ecológicas. Estos incluyen el Estrella de energía Etiqueta ecológica; el Energía de la UE etiqueta y el Consejo de Administración Forestal etiqueta.
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La edad y el estado laboral estaban significativamente relacionados con la conciencia ambiental. Las personas mayores y empleadas mostraron niveles más altos de conciencia.
Estos hallazgos sugieren que los consumidores no se oponen a las etiquetas ecológicas, simplemente carecen del conocimiento y la confianza para usarlos de manera efectiva.
Las etiquetas ECO tienen el potencial de generar confianza de la marca, impulsar el comportamiento de compras verdes y apoyar los objetivos nacionales de sostenibilidad. Pero solo trabajan si los consumidores reconocen y confían en ellos.
En Sudáfrica, el uso inconsistente, el tamaño de la etiqueta pequeño y la falta de educación del consumidor están impidiendo que las etiquetas ecológicas logren su propósito.
Qué pueden hacer las empresas
Según nuestros hallazgos, recomendamos lo siguiente:
- Use etiquetas reconocidas y creíbles: las etiquetas certificadas de terceros son más confiables y confiables.
- Mejorar la visibilidad de la etiqueta: la etiqueta más reconocida en nuestro estudio fue la etiqueta de energía de la UE y también fue la más destacada. Los logotipos pequeños y abarrotados pasan desapercibidos.
- Educar a su mercado: explique qué significan las etiquetas ECO a través de plataformas de embalaje, advertising y digital.
- Asociarse con el gobierno y las ONG: las campañas de sensibilización a nivel nacional y comunitario pueden ayudar a estandarizar la comprensión de las etiquetas ecológicas.
- Los esfuerzos de comunicación a medida: los esfuerzos de conciencia deben considerar la edad y la demografía del empleo, ya que estos afectan los niveles de participación ambiental.
El camino a seguir
Los sudafricanos están dispuestos a apoyar productos ambientalmente responsables, pero necesitan ayuda para identificarlos.
Las empresas, el gobierno y las organizaciones sin fines de lucro tienen un papel que desempeñar para hacer que las etiquetas ecológicas sean más claras, más visibles y más confiables.
Las etiquetas ecológicas deben convertirse en más que símbolos. Deben ser herramientas para la transparencia y la confianza, y una puerta de entrada a compras más sostenibles.
Miemie struwigProfesor, Departamento de Gestión de Empresas, Universidad de Nelson Mandela y Storm WatsonProfesor de gestión empresarial, Universidad de Nelson Mandela
Este artículo se republicó de La conversación bajo una licencia Inventive Commons. Leer el artículo authentic.