Ante los recortes de fondos, la sociedad civil ha asumido un papel principal en la respuesta humanitaria – problemas globales

0
globalissues.png


  • por Civicus
  • Servicio de prensa

23 de junio (IPS) – Civicus discute el cierre de oficinas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México con miembros de los derechos humanos integrales en acción (DHIA), una Organización de la Sociedad Civil mexicana (CSO) que promueve y defiende los derechos humanos en contextos de movilidad.

En mayo, el ACNUR anunció que cerraría cuatro de sus 12 oficinas en México debido a los recortes de fondos después de la decisión de Donald Trump de congelar US $ 700 millones en fondos para la agencia. Esto dará como resultado que alrededor de 200 personas pierdan sus empleos y una reducción del 30 por ciento en la capacidad operativa world del ACNUR. México recibió casi 80,000 aplicaciones de asilo en 2024, y esta reducción en la capacidad institucional llega en un momento en que la demanda de servicios de protección se intensifica, colocando una carga desproporcionada en las OSC con recursos limitados.

¿Cuáles son las consecuencias del cierre de las oficinas del ACNUR?

La reducción en la presencia del ACNUR ha creado múltiples disaster. El cierre de varias oficinas ha limitado drásticamente el acceso de los refugiados al asesoramiento, el apoyo authorized y los servicios básicos como la atención médica. Sin embargo, el impacto va más allá: el ACNUR financia la Comisión Mexicana para la Asistencia para los Refugiados, y la reducción del apoyo podría debilitar seriamente la capacidad de la agencia para responder al aumento de las aplicaciones de asilo, particularmente dadas las importantes acumulaciones que ya estaba experimentando.

La situación se complica aún más por el hecho de que el Instituto Nacional de Migración también ha Dejó de emitir Tarjetas de visitantes por razones humanitarias. Esto deja a muchos refugiados sin documentación de inmigración, exponiéndolos a una detención arbitraria y obstaculizando su acceso al empleo formal. En muchos casos, esto los lleva a abandonar el proceso de solicitud de asilo por completo. Si bien las solicitudes se resolvieron en tres días a seis semanas en 2024, actualmente hay casos en los que la espera excede los tres meses. Esto es parte de un retroceso institucional que amenaza el ejercicio de los derechos fundamentales.

¿Qué riesgos enfrentan las mujeres y las niñas refugiadas?

Mujeres y niñas refugiadas a menudo experimentan un ciclo de violencia que no se rompe por la migración. Huyen de sus países de origen para escapar de la violencia de género, pero esta violencia continúa a lo largo de las rutas de migración. Durante el tránsito, carecen de acceso a la salud sexual y reproductiva, incluidos los productos menstruales, la atención prenatal y los servicios de planificación acquainted.

Al llegar a México, se encuentran con más obstáculos en su búsqueda de cuidado de niños, educación continua y empleo decente. Estas dificultades se ven exacerbadas por la ausencia de redes de apoyo locales que podrían facilitar su integración.

¿Cómo responde la sociedad civil?

Ante los recortes de fondos, la sociedad civil mexicana ha asumido un papel principal en la respuesta humanitaria. La fortaleza de la sociedad civil se encuentra en su profundo conocimiento de las necesidades del contexto y los refugiados, lo que le permite adaptar sus servicios a diversos grupos.

Sin embargo, el impacto de los recortes de fondos es innegable. Muchas de estas organizaciones fueron apoyadas previamente por el ACNUR y proporcionaron asesoramiento authorized durante el proceso de solicitud de asilo, aumentando significativamente las posibilidades de éxito.

En este contexto, México necesita el apoyo de la comunidad internacional, particularmente los estados que han adoptado el Declaración de Cartagena – El marco regional para la protección de los refugiados en América Latina, para fortalecer la cooperación regional y garantizar la protección, integración y regularización de las personas desplazadas. Al mismo tiempo, el estado mexicano debe asumir la responsabilidad y asignar recursos para abordar la movilidad humana, cumpliendo sus compromisos internacionales con una visión a largo plazo.

¿Cuáles son las alternativas de financiamiento native?

México tiene mecanismos que podrían activarse. Una opción sería reactivar los llamados públicos de propuestas del Instituto Nacional de Desarrollo Social, un esquema en el que las OSC compiten por los fondos para ayudar a los migrantes y refugiados. Para que esto funcione, estas llamadas deben gobernarse por los principios de transparencia, responsabilidad compartida y participación ciudadana.

También hay modelos estatales más innovadores. En el estado de Chihuahua, por ejemplo, la Fundación de Negocios Chihuahua y la confianza de la competitividad y la seguridad ciudadana han canalizado con éxito los fondos comerciales en fideicomisos supervisados ​​por el estado a través de impuestos. Estos recursos financian servicios en áreas como educación, alimentos y seguridad pública, que se otorgan a través de llamados públicos a propuestas. Este modelo podría replicarse en otras partes de México para crear una purple nacional de financiamiento alternativo.

Ponerse en contacto

Ver también


Siga la oficina de IPS Information Un en Instagram

© Servicio Inter Press (2025) – Todos los derechos reservados. Fuente authentic: Servicio Inter Press



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *